Tradicionalmente, en siglos pasados, el caimán llanero era utilizado por las poblaciones indígenas y criollas de los Llanos para distintos fines. Individuos eran cazados por etnias indígenas llaneras como fuente de alimento, principalmente durante la época de aguas altas (invierno), cuando la efectividad de la pesca se veía reducida por el desborde de las aguas de ríos y caños hacia las sabanas. Sus huevos también eran aprovechados con fines alimenticios; de forma general, aprovechando la época de recolección (generalmente entre febrero y marzo) de huevos de tortuga arrau o charapa (Podocnemis expansa), se recolectaban también huevos de caimán llanero, los cuales podían ser consumidos a pesar de poder estar el embrión en un estado avanzado de desarrollo. En años más recientes, la recolección de huevos de caimán para consumo se ha mantenido en distintas poblaciones de la especie tanto en Colombia como en Venezuela. En algunas regiones se les atribuyen propiedades afrodisíacas (Anzola y Clavijo, 2008)
El mayor y más contundente uso que se le dio al caimán llanero correspondió a la utilización de su piel para la fabricación de distintos elementos dentro de la industria peletera. Desde finales del siglo XX, pero principalmente entre los años 1929 y 1934, se mataron miles de caimanes llaneros, tanto en Colombia como en Venezuela, para la comercialización de su piel (Mondolfi, 1965). A partir de la década de 1940 la presión de caza comenzó a disminuir, por la propia disminución de las poblaciones de caimán llanero. A pesar de ello, la cacería comercial siguió produciéndose de forma más o menos oportunista hasta la década de 1980 (Thorbjarnarson, 1987).
La grasa de caimán llanero era utilizada de forma tradicional con fines medicinales para la cura de algunas afecciones y enfermedades, tanto en humanos como en animales domésticos (Gumilla, 1791; Páez, 1863; Thorbjarnarson, 1987; Barahona y Bonilla, 1996). Algunas etnias indígenas la utilizaban también para amasar una especie de “masa” elaborada a partir de tierra (Gumilla, 1791) y como purgante (De Cisneros, 1912). Ésta podía ser utilizada, mezclada con colorantes naturales, para la decoración corporal dentro de los aspectos socio-culturales indígenas (Humboldt y Bonpland, 1908). Fue utilizada también como combustible para alimentar las lámparas llaneras (Páez, 1863).
A los colmillos se les atribuía la propiedad de ser antídoto contra el veneno, no solo de serpientes (De Cisneros, 1912), sobre todo si eran arrancados el día de Viernes Santo (Páez, 1863; Antelo, 2008). También eran utilizados como objetos de engalanamiento (Gumilla, 1791; Myers y Myers, 1871). La Asociación Chelonia, a través de entrevistas con antiguos caimaneros, también recogió el uso del buche del caimán, macerado en aguardiente, como remedio para aliviar los síntomas del reumatismo; el pene, también macerado, como remedio múltiple; y la grasa para el dolor de coyunturas.
Los cráneos de caimán eran utilizados en ciertas ocasiones como elementos decorativos (Páez en Ovalles, 1905).
El caimán también formaba parte del imaginario de las etnias llaneras, siendo representado a través de expresiones artísticas talladas en roca o en utensilios de arcilla (Humboldt y Bonpland, 1826; Pérez Trinana, 1905).
Referencias
Anzola, L. F. y J. Clavijo. 2008. Informe Final Proyecto Primera Fase del Programa Nacional de Conservación del Caimán Llanero en el Departamento de Arauca. Universidad Nacional de Colombia. Arauca. 86 pp. + mapas.
Barahona-Buitrago, S. L. y O. P. Bonilla-Centeno. 1996. Evaluación del status poblacional y aspectos ecológicos del caimán llanero (Crocodylus intermedius Graves, 1819) en un subareal de distribución del departamento de Arauca. Tesis de grado. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias. Departamento de Biología. Bogotá. 127 pp. + anexos.
De Cisneros, J. L. 1912. Descripción exacta de la provincia de Benezuela. Librería General de Victoriano Suárez. Madrid, 220 pp.
Gumilla, J. 1791. Historia natural, civil y geográfica de las naciones situadas en las riveras del Río Orinoco. Tomo I. Imprenta Carlos Gibert y Tutó. Barcelona, España, 360 pp.
Gumilla, J. 1791. Historia natural, civil y geográfica de las naciones situadas en las riveras del Río Orinoco. Tomo II. Imprenta Carlos Gibert y Tutó. Barcelona, España, 352 pp.
Humboldt, A. y A. Bonpland. 1826. Viage á las regiones equinocciales del nuevo continente, hecho en 1799 a 1804. Tomo II. E. Pochard. París, 516 pp.
Humboldt, A. y A. Bonpland. 1826. Viage á las regiones equinocciales del nuevo continente, hecho en 1799 a 1804. Tomo III. E. Pochard. París, 430 pp.
Humboldt, A. y A. Bonpland. 1908. Personal narrative of travel to the equinoctial regions of America during the years 1799-1804. Volume III. George Bell & Sons. London, 442 pp.
Mondolfi, E. 1965. Nuestra Fauna. El Farol, 214: 2-13.
Myers, H. M. y P. V. N. Myers. 1871. Life and nature under the Tropics; or sketches of travels among the Orinoco, Rio Negro and Amazons. D. Appleton and Company. New York, 330 pp.
Ovalles, V. M. 1905. El llanero. Estudio sobre su vida, sus costumbres, su carácter y su poesía. Tip J. M. Herrera Irigoyen & CA. Caracas, 208 pp.
Páez, R. 1863. Wild scenes in South America or life in the Llanos of Venezuela. Charles Scribner. New York, 502 pp.
Pérez Triana, S. 1905. De Bogotá al Atlántico por la vía de los ríos Meta, Vichada y Orinoco. Tipografía de la “Revista de Archivos”.
2ª Edición. Madrid, 371 pp.
Thorbjarnarson, J. B. 1987. Status, ecology and conservation of the Orinoco crocodile. Preliminary Report. FUDENA (Venezuela) and
University of Florida (USA). 74 pp.+ anexos.